24.11.09

Mi voto es para Marco Enríquez-Ominami...

...Si pudiera votar desde acá, por cierto.

¡No es un candidato "perfecto!"
Marco tiene el pelo largo, y piensa tan rápido que tropieza cuando habla. Es del tipo que se arremanga la camisa con la chaqueta puesta... y no por hacer un fashion statement. Ciertamente se nota su upbringing de mateo regalón que le gusta el pan con membrillo. Y es por eso que los llamo a votar por Marco.

Marco abre lo posibilidad de imaginar un Chile diferente: un Chile sin ese maldito consenso conservador que nos dejó la Transición pactada. Un Chile con diálogo y sin odios. Un país que confía en la inteligencia de sus ciudadanos al dejarlos tomar decisiones reales y abrir un diálogo conectado al quehacer político.

Seré breve.

(1) Votar por Marco es votar por otra forma de hacer gobierno.

-El programa es a la letra work in progress: tiene suficiente lugar para cambiar de rumbo e incorporar nuevas visiones. De hecho, creo que es manifiesto que una vez que se redibujen las líneas de la segunda vuelta habrá un vuelco en sus propuestas.

-Es votar por las semillas de un Chile distinto: (1) la semilla de la integración regional real; (2) la de una reforma tributaria redistributiva; y (3) la del accountability corporativo, además del estatal, en particular en temas ambientales. Cómo se desarrollarán estos lineamientos depende -creo- de la coyuntura política. Podemos no estar de acuerdo en cómo se están planteando estos temas ahora -- pero no podemos ignorar que la discusión que incorporan es importante, y que finalmente serán decididos en conjunto dentro de un modelo de debate político plural.


- Es votar por pluralismo. Es por eso que el programa se decide desde abajo: no desde cúpulas partidistas... ¡porque no hay un "partido" detrás de Marco! Sólo existen las ideas, y no los operadores políticos. Eso se llama democracia.

- Es votar por otro estilo de trabajo. A Marco le gusta discutir las grandes ideas. Es por eso que abre espacios de diálogo. Este es el verdadero sentido de la idea de gobierno ciudadano: un gobierno en que participa la sociedad civil, no sólo los políticos profesionales.

(2) Votar por Marco es cambiar radicalmente el status quo político.

-Significa abandonar el autoritarismo presidencialista a favor de un modo más dinámico de hacer política, afín al parlamentarismo, en el cual las alianzas legislativas se darán de modo acomodaticio e ideológico, al contrario de lo que son hoy: simples herramientas para mantener el poder. Esto consolidaría el rol que juega el Congreso, no sólo como ente fiscalizador, sino como co-gobernante proactivo.

-Esto significa re-politizar la política. Significa re-establecer lo cotidiano dentro del discurso político.

-Significa desfasar el espectro político de la Transición. Con MEO, la DC pierde su razón de ser. Lo que llevaría a la formación de nuevos polos para la centro-izquierda y centro-derecha. Y todo esto tendría consecuencias insospechadas para la formación de una izquierda plural efectiva y representada.

-Significa abrir la posibilidad de un cambio sistémico duradero. El binominal se volvería irrelevante dentro del hacer-política, así como también gran parte del aparataje de la democracia protegida, por lo que sería posible su abandono por parte de quienes lo han mantenido por tanto tiempo: ie., la Concertalianza.

(3) Votar por Marco es votar por el recambio generacional.

- Marco manda jubilar, no sólo a la gerontocracia de la Concertalianza, sino también a la generación que se encuentra inmediatamente por debajo -- la casta designada de asesores, intendentes y subsecretarios que han podrido al Estado por dentro.

(4) -Lo que no significa votar por Marco: cambio inmediato.

- Lo que sí significa votar por Marco: abrir la posibilidad de que las cosas cambien para mejor.


RECUERDA : Tu voto no compra el cambio. No somos consumidores de democracia. El voto sólo abre la posibilidad de que las cosas cambien. Que ellas cambien dependen de nosotros y nuestro involucramiento duradero en la "cosa pública" -- algo que sólo puede ocurrir con un gobierno que esté dispuesto a escucharnos.

Y Marco puede que no sea perfecto, pero sí es alguien que desea escuchar.